lunes, 12 de noviembre de 2012

Artículo de Opinión Sobre Libertad de Prensa.



Del Sotavento a Televisa
Por Orazio Barmez
@oraziobarmez


     Esta semana la comenzamos con grandes noticias en cuanto a la libertad de expresión y es que en los últimos meses hemos sido testigos de cómo se las gastan los gobiernos Priistas para eso de la libertad de expresión, en Veracruz por ejemplo el gobernador Javier Duarte hizo que el mundo pusiera la mirada en la región del Sotavento cuando mando detener a dos tuiteros por asunto de terrorismo, en el proceso hasta se quiso cambiar las leyes en Veracruz para poder castigar a estas dos personas quienes en un acto de dar información cayeron en la irresponsabilidad que desencadeno la histeria de muchos jarochos; pero no terminaría ahí el asunto pues Javier Duarte sigue dando de que hablar, hace poco se filtro que tiene una casa en Arizona, EU, con valor de un millón de dólares. Propiedad  fue adquirida el 29 de marzo de 2005, cuatro meses después de haber sido nombrado subsecretario de Finanzas en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
La semana pasada después de que la revista proceso publicara que a seis meses del asesinato de la periodista Regina Martínez el caso no estaba resuelto y que la investigación no daba buenas señales,  días más tarde la Procuraduría General de Justicia del Estado de Veracruz informo en un comunicado que el motín del asesinato fue robo por dos “malvivientes”, fue la misma Regina quién los invito a pasar a su domicilio. Con esto en la revista declaró: “exigimos una investigación seria para esclarecer el crimen y hacer justicia, no les creemos. Lamentamos que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa haya recurrido a una burda salida para difundir el supuesto esclarecimiento del homicidio de Regina, método que nos deja ver nítidamente su estilo de gobernar, el recurso de la mentira fácil y el acomodo a sus motivaciones políticas
 Con esto queda clara la posición de la revista Proceso frente a la resolución del caso de Regina Martínez una de los 7 periodistas asesinados en el Estado de Veracruz, sin contar los treinta periodistas que han dejado el estado por no tener garantizado la seguridad en el ejercicio periodístico. Y si, esto suena repetitivo en muchos espacios virtuales pero es una realidad que no se puede callar.

En el mismo tenor de libertad de prensa la periodista Carmen Aristegui comenzó una investigación periodística entorno al a los 18 detenidos en Nicaragua el pasado 20 de agosto, en los que decomisaron 9.2 millones de dólares y dijeron ser trabajadores de Televisa, se transportaban en seis camionetas con logos de Televisa, el juicio que se llevaría a cabo el 09 de noviembre se pospuso para Diciembre ya con el nuevo presidente EPN, muy ligado a televisa por cierto. La cobertura e investigación hizo que televisa sacara las uñas para defenderse, caso característico de esta e empresa monopólica en medios. Con un boletín de prensa donde simplemente argumenta que Aristegui “miente” y de paso le da clases de periodismo.  Televisa se deslinda de documentos los cuales dice son apócrifos sin embargo, se ven involucrados en cartas firmadas y números del celular de Amador Narcia (vicepresidente de Información Nacional de Televisa), teléfonos a televisa, equipos de uso exclusivo para trasmisión y grabación de vídeo profesional, registro de los seis vehículos a nombre de televisa en libros del DF, todo por muy apócrifo apunta a que Televisa está ligada a este caso, aunque el mismo embajador mexicano en Nicaragua y maricela Morales hayan salidos a la defensa de la empresa de Emilio Azcárraga. El mismo día en que salió boletín de prensa en contra de Aristegui, El director de noticias Amador Narcia fue galardonado con el premio Antena CIRT.
Lo único cierto es que Televisa como empresa monopólica ha adquirido tanto poder para salir libre de cualquier señalamiento, pues tanto en la política como en la cúpula empresarial se mueve como pez bajo el agua, lo que le quita el sueño es que haya una mujer periodista como Aristegui que les saque sus trapitos al sol, haciendo uso solamente del ejercicio periodístico informativo que en México hace mucha falta pues son contados los periódicos y periodistas que defienden la ética de la información.

Y para quienes les interese como dice el teacher López Doriga el periódico Reforma publico una encuesta hecha en el DF donde es precisamente Carmen Aristegui en su noticiero matutino Primera Emisión de noticias MVS quien está a la cabeza con mayor audiencia, ni siquiera Pedro Ferriz con todo el apoyo del gobierno actual pudo colocarse en la preferencia.


Fotografía tomada de Internet

jueves, 1 de noviembre de 2012

CRÓNICA de Día de Muertos



Festejo de Día de Muertos en casa de la Abuela
Orazio Barmez

Uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amo la vida”

La memoria está llena de grandes imágenes recuerdos puros de la niñez, en las fiestas de día de muertos es inevitable dejar de recordar tantos momentos que pasé con mi familia en estos festejos, desde la preparación donde todos participan, ritual que deja ese sabor a nostalgia y alegría de reencontrarse simbólicamente con los seres que ya no están con nosotros. La alegrías de los vivos de volver a sentir cerca a quienes ya partieron, a los que ya no se puede abrazar, ni esperar regaños, consejos y carcajadas, pero en estos días la nostalgia y la felicidad se mezcla para poder convivir de alguna manera más cerca y sin miedo con los muertos, nuestros familiares y amigos cercanos. 

Desde meses antes comienza la preparación para poder recibir el día de muertos, mi abuela viaja a San Antonio hacer las compras de papel, cera, alambre y demás artículos que serán los que adornen y vistan los altares y tumbas. Las coronas se hacen con papel bond de diferentes colores, recortan en forma de pétalos de diferentes formas y arman las flores de papel, estas son pasadas por cera liquida caliente para que queden completamente enceradas y brillen a la vista, les espolvorean escarcha en el centro y simulan ser flores de plástico, de ahí las colocan cuidadosamente en aros que se entrelazan en la circunferencia, se sujetan con alambre hasta formar una corona ovalada, la cubren con papel celofán y entonces queda lista para poder llevarla al panteón y colgarla en la tumba del ser querido.
La temporada de naranjas se hace presente, en algunas casas se percibe un olor a cítricos, la fruta principal que adorna los tenates en los altares de muertos, naranja malta en cada ofrenda. Alguna vez mi abuela contó que los niños que mueren sin ser bautizados son quienes acaparan esta fruta dulce en sus gajos, suave de su cascara y fácil de descascarar o pelar, entre risas y juegos los niños difuntos se lanzan las semillas de esta naranja, pues en cada gajo siempre tiene 4 o más semillas, los difuntos se divierten mientras regresan al panteón con sus ofrendas. El clima cambia de pronto, grandes nubarrones cubren el cielo y el aire se torna fuerte y frío, eso indica que se marcha el mes de octubre, sus últimos días son nublados y tristes, como si estuvieran de luto coincide exactamente este cambio climático con la celebración del día de muertos que se festeja en México. En el poblado de San Julián que se encuentra en los límites la región veracruzana de las grandes montañas y el comienzo del Sotavento, el clima se repite cada año casi de la misma forma.

La gran mesa del comedor de la Abuela se desmantela y sobre ella comienzan hacer la mezcla de harina y todos los ingredientes para preparar el Pan de Muerto, el horno se limpia y colocan trozos de leña para encenderlo y esté listo para hornear los figurines de harina. Las tías corren con latas de aluminio y se colocan alrededor de la mesa junto con mis primos para hacer bolitas masa de harina y de ahí dar forma a los figurines, el ingenio siempre motiva a todos los participantes, calaveras, cuerpos, moños o simplemente formas únicas se colocan en las tablas de aluminio y se deja reposar para luego hacer filas, como hormigas de la casa a donde está el horno y se van metiendo en esa gran boca de fuego, el olor se esparce por todo el ambiente, pan recién horneado muy pronto acompañara la mesa junto a una tasa de chocolate que ya está en el fogón. Hay un árbol de limas cerca del horno, los primos y yo esperamos trepados para ver la primera lata de aluminio que sacan del horno y ver ese esponjoso pan. 

El ritual de día de muertos inicia con la muerte, si, con la muerte de los pollos y guajolotes que serán las principales guarniciones para preparar los platillos y colocarlas como ofrendas. La cocina de la Abuela en estos días se mantiene con el fogón encendido, hoyas y cazuelas evaporan olores que provocan que el estomago cante gruñendo; mole, tratonile, tamales, calabaza son de los platillos que siempre se cocinan y es que no solo son ofrendas para los muertos sino más bien es comida para los muy vivos, que como siempre se reúnen a la mesa para dar una gran merienda hasta que la gula o los estómagos ya no den para más, sobre la mesa siempre salen las anécdotas de quienes aun con vida recuerdan aquellos que se adelantaron, risas y bromas en la sobremesa.
El abuelo como cada año al desmantelar el altar de muertos se queda con los arcos que son los pórticos del altar adornado con flores de cempasúchil (o flor de cuatrocientos pétalos o flor de muerto), marchitas y un poco secas se junta toda esa flor y se guarda en algún saco hasta que ya está muy seca y meses después elige un espacio en su parcela para que pueda regar las semillas y el siguiente años haya flores para volver adornar el altar. Primos, tíos y el abuelo nos dirigimos al lugar donde rego las semillas de flor de muerto, para encontrarnos con jardines de color amarillo y entonces a cortarlas todas, rollos y rollos para poder armar el altar de la abuela.
Velas, cirios papel china cortado, flor de muerto, foto y un arco de alguna rama de árbol delgada, los principales elementos para armar el altar, lo primero será empotrar el arco frente al altar simulando un gran pórtico cubierto por flores cuidadosamente colocadas, un mantel blanco y en forma de tapetes el papel china picado, la foto de los fallecidos, velas y cirios colocados en un tronco de árbol de plátano que estará al frente del arco del altar y lo más importante el copal para asustar a los demonios y los difuntos puedan tomar sus ofrendas sin ser molestados. El altar se monta desde el 31 por la noche para que el día 01 de noviembre los niños que no fueron bautizados porque nacieron muertos puedan llegar a tomar su ofrenda. La abuela corre de la cocina a la sala para supervisar y cuidar los detalles de su altar, uno que otro regaño a mis tías por que la abuela es muy buena gente pero su perfeccionismo hace que en estas circunstancias exija exactitud, perfección y rapidez. Cuando por fin logra quedar el altar montado entonces vienen las ofrendas, no sin antes pedir que se haga una cruz y camino con pétalos de la flor de muerto, desde la entrada de la casa hasta casi la calle más próxima, para que los familiares difuntos puedan ver el camino y no se pierdan en otras casas, pues a estos no se les permite salir todos los días ni por mucho tiempo deberán. Las ofrendas para los niños son dulces, chocolates, sus juguetes si aún se conservan o algún juguete nuevo, tamales de dulce,  fruta y siempre un vaso con agua. La se segunda mejor parte de este festejo es el intercambio de ofrendas con la familia, en los tenates se hace trueque de ofrendas con otras familias, cuando niño lo mejor del trueque eran los dulces y chocolates.

Estos días de celebrar los muertos nos ayudan a entender que nuestro paso por este mundo es muy rápido, un destello que se apaga lento y rápido de ahí que la muerte sea la gran conciliadora de nuestros miedos. Para los muertos se dice es importante los recordemos en estas fechas, es una forma de seguir conservando en la memoria aquel lazo que nos unió a ellos y que donde quiera que estén siguen presentes con el mismo cariño.

@oraziobarmez

Fotos tomadas de Internet

lunes, 22 de octubre de 2012

ENTREVISTA sobre el Libro Peña Nieto el Gran Montaje.

El presidencialismo de pantalla, derrota del PRI
Blanche Petrich
Periódico La Jornada
Sábado 20 de octubre de 2012, p. 12

Durante cinco años, Jenaro Villamil ha escudriñado la figura del hoy presidente electo Enrique Peña Nieto, en particular la forma como su imagen se construyó y se proyectó desde las pantallas de los consorcios televisivos. Como reportero, cultivó fuentes de información que le proporcionaron documentos internos; como observador advirtió desde sus inicios la gestión de una operación encubierta, que culminó con el resultado electoral que regresará al PRI a Los Pinos.
Como periodista especializado en la cultura y la industria mediática, siguió sus pistas, las sistematizó, escribió sin parar –en Proceso, en su blog Homozapping, en publicaciones diversas– y recientemente publicó su tercer libro sobre el tema, Peña Nieto, el gran montaje.
Ahí plantea su tesis: el gobierno del mexiquense será un presidencialismo de pantalla. Antiguo colaborador de este diario, el periodista yucateco explica:
–Este presidencialismo de pantalla es un resultado de la alternancia fallida. En los dos sexenios panistas creció el poder mediático al amparo de la destrucción de la institución presidencial. Vicente Fox socavó la institución. Felipe Calderón intentó ejercer un presidencialismo excesivo en su presencia mediática y gastó, según cifras oficiales, 19 mil 720 millones de pesos en comunicación social; 50 por ciento más que el gobierno anterior. A pesar de este dispendio, termina como el mandatario menos respetado, menos querido.
Comunicación política y mercadotecnia: una confusión
–¿Por qué falla?
–Porque el presidencialismo de pantalla confunde la comunicación política con la mercadotecnia. Creen que por gastar mucho en espots, campañas, imagen, se comunica mejor. Esa confusión la viene acarreando Peña. Por eso él es un rehén de los medios, que le hacen creer que lo importante no es ser, sino parecer. Parecer eficaz, parecer fuerte, aunque no lo sea.
Por eso, la figura de un presidencialismo de pantalla es una metáfora, porque es falso. La llegada de Peña Nieto a esta presidencia de montaje no es una victoria del PRI, sino su derrota; Peña Nieto no representa la continuidad de un sistema priísta modernizado sino la derrota del PRI como un partido que garantizaba la interlocución con los grupos corporativos. El poder presidencial ya sólo tiene interlocución consigo mismo y con los grupos de interés.
–Mientras, ¿qué pasa en los corporativos mediáticos?
–Lo que mejor describe el sistema del pasado es la famosa frase del Tigre Azcárraga: somos soldados del PRI. Ahora todos los políticos son soldados de Televisa. El desgaste empieza con Salinas. Él es el presidente contemporáneo con menor votación y por convicción y por proyecto hace una alianza con las ultraderechas. Las mismas fuerzas de ultraderecha contra las que 20, 30 años antes Manuel Buendía había alertado en su trabajo periodístico. Es con esa derecha con la que Salinas pretende gobernar, disfrazado de liberal y reformista.
–¿Pretendió gobernar en 1988 o pretende, hoy en día?
–Desde el 88 hasta ahora. Son los mismos actores, con él y con Ernesto Zedillo, aunque sean adversarios. Pero el modelo de ambos es idéntico. Y con Enrique Peña Nieto; atrás de él está la ultraderecha provinciana, originaria de Atlacomulco, que además es profundamente corrupta.
Manuel Buendía, visionario
–Manuel Buendía, autor de la columna Red privada que por años se publicó en el antiguo Excélsior y quien fue asesinado en 1984, describía al entonces monopolio como el administrador de la felicidad nacional; cero crítica al autoritarismo del régimen de partido único.
–Buendía y los periodistas críticos de la época sabían que la televisora era un problema cultural, pero no era un problema político. Ahora es las dos cosas. Él pertenecía, a final de cuentas, a esa ala de centro izquierda del PRI. En sus columnas advirtió sobre la expansión del poder de la ultraderecha electrónica, clerical, financiera y empresarial. Es la misma ultraderecha que está detrás de Peña. Y un ingrediente más: el narcopoder. que fue el que lo llevó a la muerte. En ese sentido creo que Buendía fue un visionario de los escenarios que 30 años después se están concretando.

–Otro de los ingredientes que Buenía documentó era la embajada; la intervención de Estados Unidos. ¿Hoy dónde ubicamos este factor?
–Los cables que ustedes en La Jornada filtraron de Wikileaks dan una idea perfecta de que ellos sabían cómo se estaba armando el gran montaje de Peña Nieto, cómo compraban encuestadoras, los convenios encubiertos de Televisa y Peña, cómo estaba vinculado a las redes de corrupción de Arturo Montiel. Y sin embargo, Estados Unidos no hace nada, más bien utiliza esa información para obtener beneficios estratégicos.
–Del narcopoder en el montaje de Peña Nieto ¿qué es lo que puedes poner sobre la mesa?
–No mucho. Yo llego al asunto de Peña Nieto y Televisa sólo a través de documentos, no por intuiciones. Pero la misma documentación nos permite observar el despilfarro. Esto le ha costado al país muchos miles de millones de pesos. Con una opacidad tan grande en los convenios de publicidad la pregunta obvia es ¿hasta dónde el presidencialismo de pantalla no también está encubriendo operaciones de triangulación de fondos y lavado de dinero? Esto no lo incluí en el libro porque no tenía los elementos en la mano.
Y de pronto, surge el caso de las camionetas de Televisa en Nicaragua.
Televisoras: fecha de caducidad
–Frente al dominio del duopolio en la circulación de información y en las telecomunicaciones ¿qué cartas propias puede jugar el equipo de Peña Nieto?
–Tendría que tomar decisiones de Estado. Y la más clara es la que ha planteado el movimiento #YoSoy132, con toda simpleza: si no se democratiza el régimen de medios de comunicación no se va a democratizar el sistema político y por lo tanto el próximo presidente va a ser un rehén de esos poderes e intereses. Pero creo que ni lo entiende ni le interesa.
–¿Se puede hacer sin tocar la punta de la pirámide?
–Lo único que se puede contraponer a esa hegemonía de los medios analógicos es el acceso a la banda ancha digital. Aquí ya hay una tendencia irreversible. El poder de Televisa se está minando desde aquí, desde las audiencias digitales que ya desertaron de la televisión. Ese es el verdadero problema para Televisa y para Peña Nieto. Esos consumidores de información por banda ancha son los que están generando la crítica. Son pocos pero muy efectivos y con argumentos muy convincentes.
–El poder de la comunicación a través de la banda ancha se traduce en redes sociales, en mayor circulación de opinión crítica, en medios alternativos. ¿Puede decirse que el poder de la televisión tiene fecha de caducidad?
–Es paradójico pero sí. El momento de mayor poder de Televisa es el momento de menor credibilidad y eso sólo se puede explicar porque ya hay otros canales de expresión. Las mayorías van a seguir viendo Televisa, pero con otra óptica. Y hay generaciones nuevas que ya no ven televisión. Y son los votantes del futuro.


Artículo tomado de La Jornada http://www.jornada.unam.mx/2012/10/20/politica/012e1pol
Fotografías tomada de Internet.

domingo, 5 de agosto de 2012

SEMBLANZA sobre Chavela Vargas

Adiós Volcán 
Por Pedro Almodóvar
Durante veinte años la busqué en sus escenarios habituales y desde que la encontré en el diminuto backstage de la madrileña Sala Caracol llevo otros veinte años despidiéndome de ella, hasta esta larguísima despedida, bajo el sol abrasivo del agosto madrileño.

Chavela Vargas hizo del abandono y la desolación una catedral en la que cabíamos todos y de la que se salía reconciliado con los propios errores, y dispuesto a seguir cometiéndolos, a intentarlo de nuevo.

El gran escritor Carlos Monsiváis dijo “Chavela Vargas ha sabido expresar la desolación de las rancheras con la radical desnudez del blues”.  Según el mismo escritor, al prescindir del mariachi Chavela eliminó el carácter festivo de las rancheras, mostrando en toda su desnudez el dolor y la derrota de sus letras. En el caso de “Piensa en mí”, (eso lo digo yo) una especie de danzón de Agustín Lara, Chavela cambió hasta tal punto el compás original que de una canción pizpireta y bailable se convirtió en un fado o una nana dolorida.

Ningún ser vivo cantó con el debido desgarro al genial José Alfredo Jiménez como lo hizo Chavela. “Y si quieren saber de mi pasado, es preciso decir otra mentira. Les diré que llegué de un mundo raro, que no sé del dolor, que triunfé en el amor y que nunca (YO NUNCA, cantaba ella) he llorado”. Chavela creó con el énfasis de los finales de sus canciones un nuevo género que debería llevar su nombre.  Las canciones de José Alfredo nacen en los márgenes de la sociedad y hablan de derrotas y abandonos, Chavela añadía una amargura irónica que se sobreponía a la hipocresía del mundo que le había tocado vivir y al que le cantó siempre desafiante. Se regodeaba en los finales, convertía el lamento en himno, te escupía el final a la cara.  Como espectador era una experiencia que me desbordaba, uno no está acostrumbrado a que te pongan un espejo tan cerca de los ojos, el desgarro con tirón final, literalmente me desgarraba. No exagero. Supongo que habrá alguien por ahí que le pasara lo mismo que a mí.

En su segunda vida, cuando ya tenía más de setenta años, el tiempo y Chavela caminaron de la mano, en España encontró una complicidad que Méjico le negó. Y en el seno de esta complicidad Chavela alcanzó una plenitud serena, sus canciones ganaron en dulzura, y desarrolló todo el amor que también anidaba en su repertorio. “Oye, quiero la estrella de eterno fulgor, quiero la copa más fina de cristal para brindar la noche de mi amor. Quiero la alegría de un barco volviendo, y mil campanas de gloria tañendo para brindar la noche de mi amor.” A lo largo de los años noventa y parte de este siglo, Chavela vivió esta noche de amor, eterna y feliz con nuestro país, y como cada espectador, siento que esa noche de amor la vivió exclusivamente conmigo. Chavela te cantaba solo a tí, al oído, y cuando el torrente de su voz fue menos potente, (no hablo de declive, ella no lo conoció, hizo y cantó lo que quiso y como quiso) Chavela se volvió más íntima. Las mejores versiones de “La llorona” las interpretó en sus últimos conciertos. Abordaba la canción con un murmullo, y en ese tono continuaba, recitando palabra por palabra, hasta llegar al épico final. Cantar lo que se dice cantar solo cantaba la última estrofa, de un modo ascendente hasta gritar su última y breve palabra. “Si como te quiero quieres llorona, quieres que te quiera más. Si ya te he dado la vida, llorona, qué más quieres. ¡Quieres MÁS!"  Estremecía escuchar la palabra “más” gritada por Chavela.

La presenté en decenas de ciudades, recuerdo cada una de ellas, los minutos previos al concierto en los camerinos, ella había dejado el alcohol y yo el tabaco y en esos instantes éramos como dos síndromes de abstinencia juntos, ella me comentaba lo bien que le vendría una copita de tequila, para calentar la voz, y yo le decía que me comería un paquete de cigarrillos para combatir la ansiedad, y acabábamos riéndonos, cogidos de la mano, besándonos. Nos hemos besado mucho, conozco muy bien su piel.

Los años de apoteosis española hicieron posible que Chavela debutara en el Olympia de París, una gesta que solo había conseguido la gran Lola Beltrán antes que ella. En el patio de butacas tenía a mi lado a Jeanne Moreau, a veces le traducía alguna estrofa de la canción hasta que Moreau me murmuró “no hace falta, Pedro, la entiendo perfectamente” y no porque supiera español.

Y con su deslumbrante actuación en el Olympia parisino consiguió, por fin, abrir las puertas que más férreamente se le habían cerrado, las del Teatro Bellas Artes de Méjico DF, otro de sus sueños. Antes de la presentación en París un periodista mejicano me agradeció mi generosidad con Chavela. Yo le respondí que lo mío no era generosidad, sino egoísmo, recibía mucho más que daba. También le dije que aunque no creía en la generosidad sí creía en la mezquindad, y me refería justamente al país de cuya cultura Chavela era la embajadora más ardiente. Es cierto que desde que empezara a cantar en los años cincuenta en pequeños antros (¡lo que hubiera dado por conocer El Alacrán, donde debutó con la bailarina exótica Tongolele!) Chavela Vargas fue una diosa, pero una diosa marginal. Me contó que nunca se le permitió cantar en televisión o en un teatro. Después del Olympia su situación cambió radicalmente. Aquella noche, la del Bellas Artes del D.F., también tuve el privilegio de presentarla, Chavela había alcanzado otro de sus sueños y fuimos a celebrarlo y a compartirlo con la persona que más lo merecía, José Alfredo Jiménez, en el bar Tenampa de la Plaza de Garibaldi. Sentados debajo de uno de los murales dedicados al inconmensurable José Alfredo bebimos y cantamos hasta el amanecer (ella no, solo bebió agua aunque al día siguiente los diarios locales titulaban en su portada “Chavela vuelve al trago”). Cantamos hasta el delirio todos los que tuvimos la suerte de acompañarla esa noche, pero sobre todo cantó Chavela, con uno de los mariachis que alquilamos para la ocasión. Era la primera vez que la escuchábamos acompañada por la formación original y típica de las rancheras. Y fue un milagro, de los tantos que he vivido a su lado.

En su última visita a Madrid, en una comida íntima con Elena Benarroch, Mariana Gyalui y Fernando Iglesias, tres días antes de su presentación en la Residencia de Estudiantes, Elena le preguntó si nunca olvidaba las letras de sus canciones. Chavela le respondió: “a veces, pero siempre acabo donde debo”. Me tatuaría esa frase en su honor. ¡Cuántas veces la he visto terminar donde debe! Aquella noche en el indescriptible bar Tenampa, Chavela terminó la noche donde debía, bajo la efigie de su querido compañero de farras José Alfredo, y acompañada de un mariachi. Las canciones que ella desagarró en el pasado, acompañada por dos guitarras, volvieron a sonar lúdicas y festivas, donde y como debía ser. “El último trago” fue aquella noche un delicioso himno a la alegría de haberse bebido todo, de haber amado sin freno y de seguir viva para cantarlo. El abandono se convertía en fiesta.

Hace cuatro años fui a conocer el lugar de Tepoztlán donde vivía, frente a un cerro de nombre impronunciable, el cerro de Chalchitépetl. En esos valles y cerros se rodó “Los siete magníficos”, que a su vez era la versión americana de “Los siete samuráis” de Kurosawa. Chavela me cuenta que la leyenda dice que el cerro abrirá sus puertas cuando llegue el próximo Apocalipsis y solo se salvarán los que acierten a entrar en su seno. Me señaló el lugar concreto de la ladera del cerro donde parecían estar dibujadas dichas puertas.

Circulan muchas leyendas, orgánicas, espirituales, vegetales, siderales, en esta zona de Morelos. Además de los cerros, con más roca que tierra, Chavela también convive con un volcán de nombre rotundo, Popocatépetl. Un volcán vivo, con un pasado de amante humano, rendido ante el cuerpo sin vida de su amada. Tomo nota de los nombres en el mismo momento en que salen de los labios de Chavela y le confieso mis dificultades para la pronunciación de las “ptl” finales. Me comenta que durante una época las mujeres tenían prohibido pronunciar estas letras. ¿Por qué? Por el mero hecho de ser mujeres, me responde. Una de las formas más irracionales (todas lo son) de machismo, en un país que no se avergüenza de ello.

En aquella visita también me dijo “estoy tranquila”, y me lo volvió a repetir en Madrid, en sus labios la palabra tranquila cobra todo su significado, está serena, sin miedo, sin angustias, sin expectativas (o con todas, pero eso no se puede explicar), tranquila. También me dijo “una noche me detendré”, y la palabra “detendré” cayó con peso y a la vez ligera, definitiva y a la vez casual. “Poco a poco”, continuó, “sola, y lo disfrutaré”. Eso dijo.

Adiós Chavela, adiós volcán.

Tu esposo, en este mundo, como te gustaba llamarme,
Pedro Almodóvar.

Carta tomada del facebook oficial de Chavela Vargas.
Foto tomada de Internet.

viernes, 13 de julio de 2012

Artículo Sobre Impugnación de la Elección Presidencial 2012.


Los Medios y la Impugnación de la Elección Presidencial 2012

Por Jenaro Villamil 
@jenarovillamil

No se extrañe si usted escucha en todas las estaciones de radio un mensaje grabado y patrocinado por el SITATYR (el sindicato de trabajadores de la radiodifusión) en el que acusan al candidato de la coalición Movimiento Progresista, Andrés Manuel López Obrador, de no respetar los resultados de la elección y el triunfo del candidato priista Enrique Peña Nieto. El dirigente de este sindicato Patricio Flores llegará a la Cámara de Diputados como legislador plurinominal por la lista del PRI. La filiación tricolor de este sindicato que domina la mayoría de los medios concesionados no se aclara nunca.
Como este ejemplo, muchos otros surgirán en los próximos días para contrarrestar el proceso de impugnación legal que anunció el jueves 12 de julio el ex jefe de Gobierno capitalino y dos veces candidato presidencial. López Obrador está demandándole al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación invalidar la elección presidencial (no todo el proceso electoral federal) a partir de siete causales. Una de ellas es precisamente la inequidad en los medios masivos de comunicación y la adquisición de espacios de publicidad encubierta, conocida eufemísticamente como “desplazamiento del producto”.
La impugnación de López Obrador fue anunciada desde el 2 de julio, un día después de la jornada electoral federal. La mayoría de los comentaristas en medios electrónicos, particularmente los alineados con Grupo Televisa y TV Azteca, se apresuraron a decir que el tabasqueño violaba así el “pacto de civilidad” que se firmó  en el IFE tres días antes de la elección, junto con los otros candidatos presidenciales.
Para la mayoría de los analistas y comentaristas que le reclaman su actitud a la coalición Movimiento Progresista, que quedó en segundo lugar con una diferencia de 6.5 puntos frente a la coalición del PRI-PVEM, no son violatorias de un pacto de civilidad la compra y coacción del voto, ampliamente documentada por medios impresos y electrónicos, nacionales y extranjeros. El #SorianaGate y lo que ya se configura como el #MonexGate constituyen la contraparte más dramática de esta arraigada cultura política de convertir al votante en una clientela y al sufragio en una mercancía. Para estos comentaristas, esto no viola el “pacto de civilidad”. En cambio, impugnar un proceso viciado sí es “incivilizado”, por decir lo menos.
“Todo es un montaje” ha insistido con una cara dura difícil de creerle el candidato presidencial ganador en el conteo distrital, Enrique Peña Nieto. Lo dijo en una entrevista ante la cadena de televisión británica BBC, lo repitió en conferencia de prensa y lo volvió a reiterar en una entrevista de este 13 de julio con La Jornada, aunque aquí el mexiquense ya tuvo que matizar.
“Hemos descalificado y negado categóricamente esos infundios (la compra de votos) y señalamientos sin sustento. Las empresas proveedoras de servicios han explicado, en el caso de las tarjetas Soriana, que han otorgado servicios a varios gobiernos, incluidos el del Distrito Federal.
“Es tanto como afirmar que con el programa Oportunidades hay compra o coacción del voto porque llega a más de 6 millones de personas y que el gobierno federal lo usó para manipular y comprar sufragios a favor del PAN. Si hubiera sido así, entonces le falló. O que en el Distrito Federal se hizo con la Red Angel”, argumentó Peña Nieto.
La defensa del candidato presidencial priista es fallida. Los testimonios sobre la compra de votos no fueron producidos por Pedro Torres ni forman parte de un reality. Son múltiples los testimonios en el Estado de México, en Veracruz, en Yucatán y en Quintana Roo de que hubo cientos de operadores que les pagaron a promotores para garantizar un tope de votos necesarios para un triunfo holgado. El problema es que la victoria en las urnas no rebasó los 10 puntos, tal como lo promovieron también las encuestadoras y los medios que lo acompañaron.
En todo caso, si el PRI y el PVEM tienen elementos de que el PRD-PT-MC y de que el PAN también utilizaron las tarjetas de descuento o los programas sociales para coaccionar el voto, sería muy sano que presentaran la impugnación ante el TEPJF. Insistir ante los medios masivos de que todo se trata de un “montaje” y que hasta Felipe Calderón ha sido “engañado” por López Obrador sólo genera una reacción de malestar ciudadano muy alto porque el cinismo no puede sostenerse como si fuera un spot.
El Rebase de Topes de Gastos
La impugnación que anunció López Obrador y su equipo, encabezados por Ricardo Monreal y el ex consejero del IFE, Jaime Cárdenas, consta de siete ejes. La mayoría están orientados a documentar el punto más delicado de toda la contienda presidencial: el presunto rebase de tope de gastos de campaña que se fijó en 336 millones de pesos.
La coalición de izquierdas calcula que el monto real de lo invertido fue superior a los 1,807 millones de pesos, es decir, 6 veces más que el tope. La impugnación acusa a la Unidad de Fiscalización del IFE no haber resuelto 12 quejas presentadas por rebase de topes de gastos.
En el extenso documento de más de 400 cuartillas la coalición de López Obrador detalla como “agravios” centrales los siguientes: la adquisición encubierta en tiempos de radio y televisión; inequidad de la elección por rebase de topes de campaña presidencial; financiamiento encubierto en la campaña de Peña Nieto –citan el caso de Frontera Television Networks, de José Aquino, ciudadano mexicano-norteamericano que presentó una demanda por fraude ante la corte de Los Angeles por 56 millones de dólares-; y las encuestas como medio de propaganda y presión de electores.
Entre algunas de las pruebas presentadas se encuentran el contrato de Aquino; el costo de las encuestas divulgadas en medios que presuntamente superó el tope de gastos; 300 videos y una serie de cálculos sobre el costo real de la producción de spots y de los espectaculares que inundaron el país.
AMLO “Mal Perdedor”
La respuesta del PRI se dio el mismo día y fue consignada por todos los medios como contrapunto a la conferencia de prensa convocada por López Obrador. El dirigente nacional del tricolor, Pedro Joaquín Coldwell, acusó al perredista de “mal perdedor”, lo acusó de desconocer su palabra firmada en el Pacto de Civilidad, de pasar por alto la reforma electoral del 2007, los monitoreos en medios de comunicación y hasta el reconocimiento de los observadores internacionales.
“Lo que no reconoce el candidato perdedor es que fue un candidato menos competitivo que hace seis años. Entonces ganó en 16 estados del país, ahora sólo pudo triunfar en 8. En 2006 ganó en tres circunscripciones, ahora sólo en una. En 2006 fue el puntero durante gran parte de la campaña y acabó perdiendo por una diferencia de 233 mil votos. En 2012 jamás consiguió ser el puntero y terminó por debajo del ganador por 3 millones 329 mil votos”, argumentó Joaquín Coldwell.
El balance entre el López Obrador del 2006 y el del 2012 es muy claro. Sin embargo, el PRI orienta su respuesta ante la impugnación personalizando el conflicto. Tal parece que el problema es López Obrador como “mal perdedor” y no los múltiples indicios de irregularidades, de compra y coacción del voto, de despilfarro en las entidades donde gobiernan.
¿Cómo le harán el PRI y su candidato Enrique Peña Nieto para otorgarle credibilidad a un triunfo que ha sido señalado por la mayoría de los medios de comunicación, pero que no han logrado diluir ni mucho menos desmentir las irregularidades y violaciones a lo que establece el artículo 41 de la constitución?
Este es el problema. No López Obrador. No los que votaron en contra de Peña Nieto. No el movimiento #YoSoy132. No las declaraciones de Felipe Calderón. El problema es la calidad de una elección cuestionada.

Imagen tomada de Internet